hipotecar mi casa

Hipotecar mi Casa, todo lo que tienes que saber

¿Qué es exactamente hipotecar una casa?

Hipotecar una casa realmente es pedir dinero prestado y ofrecer una casa de tu propiedad como garantía de pago. Por lo tanto, tienes que saber que si no pagas las cuotas, su casa podría ser embargada.

Las hipotecas tradicionales y de algunos préstamos hipotecarios, una posible ejecución hipotecaria incluirá también bienes personales actuales y futuros hasta que se pague la totalidad de la deuda.

Ventajas y desventajas de hipotecar la vivienda

Hipotecar una vivienda puede ayudar si no tienes dinero en efectivo, pero también tiene sus riesgos. Veamos las ventajas y los inconvenientes:

Ventajas:

  • Es más fácil conseguir dinero: por lo general, el banco o el prestamista están más dispuestos a prestarte si aportas una casa como garantía del préstamo.
  • Las condiciones son más atractivas: El tipo de interés que cobra la empresa suele ser más bajo que si se solicita un préstamo personal.

Desventajas:

  • Si no pagas, puedes perder la casa o el piso: si no devuelves el dinero a tiempo, el prestamista puede embargar la casa.
  • La propiedad que se va a hipotecar debe estar libre de cualquier gravamen: no puede haber hipotecas pendientes sobre ella.

¿Cómo se hipoteca una casa?

Por lo general se suele hipotecar una casa cuando necesitas dinero en efectivo: para reparaciones, para cobrar deudas, para hacer frente a imprevistos… En esa situación, sobre todo la primera, puedes seguir este proceso:

  • Solicitar una simple certificación notarial de la propiedad en el Registro de la Propiedad. Esto es necesario para demostrar que la propiedad le pertenece y que no hay gravámenes sobre ella.
  • Solicita financiación a un banco o intermediario financiero y ofrece tu casa o apartamento como garantía del préstamo. En esta página encontrará varias estructuras que pueden aceptar su solicitud.
  • Presenta los documentos solicitados para investigar su perfil.
  • Pide una tasación, que tendrás que pagar de su propio bolsillo. Este es un paso necesario para que la solicitud sea aprobada.
  • Considera y acepta la oferta que te hagan si finalmente aprueban la solicitud.
  • Firma la hipoteca ante un notario.

¿Cuánto dinero recibiré si hipoteco una propiedad?

Por lo general, si hipotecas tu casa o apartamento, la compañía financiera te prestará entre el 50% y el 60% del valor de la propiedad. Por ejemplo, si el valor del inmueble es de unos 100.000 euros, podría obtener entre 50.000 y 60.000 euros. Este importe puede variar en función de la solvencia del solicitante.

¿Con quién puedo hipotecar mi piso o casa?

Veamos a quién puedes pedir dinero en efectivo si solicitas un préstamo con una casa como garantía:

Con un banco

Puedes ir a tu banco o a cualquier otra entidad bancaria y pedir un préstamo para hipotecar tu casa o piso sin comisiones. Conseguir uno es más difícil, pero el tipo de interés será más bajo que si eliges otras opciones (en torno al 3 o 4%).

Con un prestamista privado o un intermediario financiero

Se trata de empresas privadas especializadas en ofrecer estos productos a personas menos conocidas. Es más fácil conseguir la aprobación, pero el tipo de interés con ellos suele ser mucho más alto (hasta un 10% o más).

¿Cuánto cuesta un préstamo hipotecario?

Para obtener un préstamo de este tipo, tendrás que pagar por la tasación de la propiedad y por una copia de la escritura, lo que supone una media de unos 400 euros. También es posible que te pidan que pague una comisión de liquidación o de intermediación, que suele oscilar entre el 0,25% y el 2% del importe del préstamo.

¿Puedo hipotecar una casa para comprar otra?

Sí, hipotecar tu casa puede ayudarte a conseguir una mejor financiación para comprar otra vivienda. En estos casos, la garantía del préstamo contratado para la compra de la nueva vivienda es doble: la vivienda actual y la que se compra.

Si aportas garantías adicionales, como bonos u otros activos, reforzarás tu posición negociadora. Esto traerá más oportunidades de obtener una financiación mayor que la habitual, un plazo más largo e incluso un tipo de interés más bajo, tanto si necesitas un préstamo para una vivienda nueva como para una ya existente.

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