Reunificación de deudas sin aval
Los avales juegan un papel muy importante si quieres conseguir según qué tipos de préstamos o créditos, pero no tienes ni los bienes ni una buena situación económica para justificar tu solvencia.

Aquí es donde entran los avales, un contrato que refleja tu compromiso en referencia a tu cumplimiento de tus obligaciones económicas ante un tercero.
En otras palabras, una persona o entidad se promete garantizar tus posibles deudas u obligaciones no dinerarias contraídas con el acreedor, ya sea un banco, otra empresa o una administración.
Un aval se pacta con un contrato por escrito que se oficializa en una notaría, proporcionando así el mejor apoyo legal y confirmando que todo ha sido llevado a cabo según las leyes vigentes y no hay ninguna información o problema para aclarar dichos términos en el futuro.
El problema es cuando necesitas una reunificación de deudas sin aval, porque, entonces, ¿quién responde por ti? ¿De dónde sacas el apoyo económico deseado?
Cómo reunificar deudas sin aval
Si eres alguien que no dispone de un aval en forma de garantía hipotecaria o empresarial, puedes seguir optando a la reunificación de deudas sin aval. Esto se hace a partir de pedir un nuevo préstamo personal que permita cubrir todos estos gastos de carácter urgente.
Aunque harás frente a un nuevo préstamo, cosa que parece contradictoria, este será muy diferente a todos los que tienes hasta ahora. En este contexto, primero pagarás todas tus deudas con el dinero entrante de tu nuevo crédito personal. Una vez te quites este peso de encima, reunificarás esta nueva deuda y las que queden en un solo pago.
Dado que las condiciones de este nuevo préstamo serán mucho mejores, podrás optar a una cuota mensual mucho más baja y, aunque el tiempo de devolución será más amplio, te dará tiempo de reorganizar tu vida y, con un poco de suerte, poder liquidar el último préstamo que pedirás en esta vida.
Qué requisitos debo cumplir
Aunque sean únicamente tres, hay unos requisitos que debes cumplir a rajatabla si quieres optar a una reunificación de deudas sin aval. Dejando de lado que cada entidad bancaria, o financiera, tiene sus propias normas y exigencias, los requisitos que se suelen pedir en este contexto suelen ser bastante similares.
Estos son los siguientes:
- Tener unos ingresos estables: parece evidente, pero tener un mínimo de estabilidad económica es clave para poder optar a esta reunificación. Los números suelen ir hacia los 1.500 € mensuales, aunque esto es solo una media general.
- Tener limpio el historial con las entidades: las entidades financieras deben tenerte en buenos ojos, pues no se pueden arriesgar a financiar préstamos sin garantías. Es importante que no pertenezcas en las listas de Asnef pues, sino, sin un aval, no podrás optar a ningún préstamo o crédito.
- Poder justificar que has pagado tus deudas: una entidad bancaria siempre te exigirá un comprobante conforme has cancelado o pagado todas tus deudas, pudiendo así iniciar la reunificación.
Recuerda cada uno de estos puntos que te hemos comentado y podrás conseguir por fin poder reunificar tus deudas, incluso sin aval.